EL DIOS QUE YO CONOZCO

5.03. Isaías - Paternidad Literaria - III

Hay muchas evidencias de la unidad de pensamiento y expresión entre la primeraparte del libro y la última.

Por ejemplo, una característica de Isaías es el uso de la expresión "Santo de Israel" como un título para referirse a Dios. Esta expresión aparece 25 veces en Isaías y solo 6 veces en el resto del Antiguo Testamento. Sin embargo, no es exclusiva de ninguna parte de Isaías, ya que se encuentra 12 veces en los capítulos 1-39 y 13 en los capítulos 40-66.

El título "el Fuerte de Israel" o ["de Jacob"] aparece sólo en el libro de Isaías (cap. 1:24; 49:26; 60: 16).

Las similitudes de estilo y lenguaje que existen entre la primera parte de Isaías y la segunda llaman mucho más la atención que sus supuestas diferencias.

Aunque el tema y el estilo literario de los capítulos 40-66 difieren considerablemente de los de los capítulos 1-39, hay un tema básico que corre a lo largo de ambas secciones: el quebrantamiento del yugo impuesto por enemigos políticos y espirituales, y el fin de la opresión del cuerpo y del alma.

Isaías - cuyo nombre significa "el Señor es ayuda" o "el Señor es salvación" - presenta en la primera sección del libro la liberación del pecado, de Siria, Asiria y otros enemigos mediante el arrepentimiento, la reforma y la fe en Dios.

La segunda sección se refiere a la liberación de Babilonia, y eventualmente del dominio del pecado mediante la fe en el Libertador venidero. Puede verse, entonces, una unidad fundamental de pensamiento y propósito que penetra en todo el libro, a pesar de las aparentes diferencias de tema.

La primera sección del libro culmina con el relato de la destrucción de los ejércitos de Asiria comandados por Senaquerib. En la última sección, se anuncia proféticamente el fin del cautiverio babilónico.

Una transición similar aparece en el libro de Ezequiel en relación con la caída de Jerusalén en 586 a. C., desde la anticipación del cautiverio hasta la restauración.

Además, los primeros capítulos de Isaías registran los mensajes dados por Isaías durante su juventud.

Los capítulos posteriores del libro reflejan una madurez de percepción profética y estilo literario característicos de un hombre de más edad y, como resultado, constituye una obra maestra que sobrepuja en profundidad de pensamiento y majestad de expresión aun a los excelentes pasajes de la primera parte del libro.