EL DIOS QUE YO CONOZCO

6.04. Jeremías - Diferencias entre el texto de la LXX y el texto hebreo

Una nota breve sobre las diferencias entre el texto de la LXX y el hebreo viene bien aquí.

Una notable diferencia se advierte en la ordenación de las profecías que se refieren a países extranjeros.

En el texto hebreo esas profecías se encuentran en los cap. 46-51, pero en la LXX se encuentran en los cap. 25: 14 a 31: 44.

También hay una diferencia en el orden en que se tratan las diferentes naciones.

En hebreo el orden es: Egipto, Filistea, Moab, Amón, Edom, Damasco, Cedar, Hazor, Elam y Babilonia. En la LXX, el orden es: Elam, Egipto, Babilonia, Filistea, Edom, Amón, Cedar y Hazor, Damasco y Moab.

Hay variantes también en el texto.

Se calcula que la LXX tiene aproximadamente unas 2.700 palabras menos, y que es l/8 más corta que en hebreo.

La LXX por regla general no emplea la frase "dice Jehová" cuando se usa con sentido parentético, ni títulos tales como "el profeta", después del nombre de Jeremías, ni "el rey", después del nombre del monarca reinante. En general,sucede lo mismo con títulos tales como "el Dios de Israel" o "el Dios de los ejércitos".

Ciertas secciones enteras compuestas de varios versículos tampoco aparecen. Las siguientes son las más notables: cap. 8: 10b-13a; cap. 10: 6-10; cap. 17:1-5a; cap. 27 (cap. 34 en la LXX): 1, 7, 13, 21; cap. 29 (cap. 36 en la LXX):16-20; cap. 33 (cap. 40 en la LXX): 14-26; cap. 39 (cap. 46 en la LXX): 4-13;cap. 48 (cap. 31 en la LXX): 45-47; cap. 51 (cap. 28 en la LXX): 44c-49a; ycap. 52: 27b-30.

Además de éstas, hay diferencias menores que tienen que ver mayormente con frases y palabras aisladas.

Para explicar estas variantes del texto algunos eruditos han recurrido a la teoría de una doble recensión (revisión crítica) del libro de Jeremías. Suponen que una de ellas se efectuó en Palestina y la otra en Egipto.

Otros piensan que el traductor de la LXX acortó deliberadamente el texto omitiendo repeticiones, simplificando el estilo y abreviando las lecturas difíciles.

Los eruditos conservadores han opinado que puede haber algo de verdad en esta segunda teoría. Por ejemplo, la omisión del cap. 8: 10b-12 en la LXX podría deberse a su similitud con el cap. 6: 12- 15.

Otros opinan que la omisión de uno o dos pasajes puede deberse simplemente al error de un copista al saltar de una línea a otra que tiene una terminación semejante, omitiendo así el texto intermedio, omisión que se llama homoiotéleuton.

Las variantes ya tratadas, aunque más extensas que en los demás libros del AT, no afectan mucho el tema básico del texto. Podría ser que un estudio cuidadoso de los manuscritos hebreos más recientes arrojen luz adicional sobre el texto de Jeremías.