EL DIOS QUE YO CONOZCO

24.02. El Israel espiritual reemplaza al Israel literal - II

En Romanos 9-11 se habla de la transición del Israel literal e histórico al Israel espiritual. Aquí Pablo afirma que el rechazo de los judíos no significaba que las promesas de Dios hubieran fallado ("No que la palabra de Dios haya fallado" Romanos 9: 6), y explica en seguida que han de hacerse efectivas por medio del Israel espiritual.

Cita a Oseas 2: 23 y 1: 10: "Llamaré pueblo mío al que no era mi pueblo, y a la no amada, amada. Y en el lugar donde se les dijo: Vosotros no sois pueblo mío, allí serán llamados hijos del Dios viviente" (Romanos 9: 25-26).

El Israel espiritual incluye tanto a judíos como a gentiles:
"¿Y qué, si Dios, queriendo mostrar su ira y hacer notorio su poder, soportó con mucha paciencia los vasos de ira preparados para destrucción,y para hacer notorias las riquezas de su gloria, las mostró para con los vasos de misericordia que él preparó de antemano para gloria,a los cuales también ha llamado, esto es, a nosotros, no sólo de los judíos, sino también de los gentiles?" (vers. 22-24).

Pedro concuerda:
"Entonces Pedro, abriendo la boca, dijo: En verdad comprendo que Dios no hace acepción de personas, sino que en toda nación se agrada del que le teme y hace justicia" (Hechos 10: 35).

(cf. Hechos 11: 18: "Entonces, oídas estas cosas, callaron, y glorificaron a Dios, diciendo: ¡De manera que también a los gentiles ha dado Dios arrepentimiento para vida!").

Años más tarde Pedro se dirige a los "que en otro tiempo no erais pueblo, pero que ahora sois pueblo de Dios", gente que ahora es "nación santa, pueblo adquirido por Dios":

"Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable;Vosotros que en otro tiempo no erais pueblo, pero que ahora sois pueblo de Dios; que en otro tiempo no habíais alcanzado misericordia, pero ahora habéis alcanzado misericordia" (1 Pedro 2: 9, 10).

Pablo afirma la misma verdad al decir que en el plan divino la iglesia cristiana ha reemplazado a la nación hebrea:

"¿Qué, pues, diremos? Que los gentiles, que no iban tras la justicia, han alcanzado la justicia, es decir, la justicia que es por fe; mas Israel, que iba tras una ley de justicia, no la alcanzó" (Romanos 9: 30-31)

En adelante ya no habrá más "diferencia entre judío y griego":

"Porque no hay diferencia entre judío y griego, pues el mismo que es Señor de todos, es rico para con todos los que le invocan; porque todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo" (Romanos 10: 12-13).

24.01. El Israel espiritual reemplaza al Israel literal - I

Al rechazar formalmente a Jesús, la nación judía puso fin a su última oportunidad como instrumento especial de Dios para la salvación del mundo. Según las palabras de Cristo mismo, fue "finalmente" a los judíos a quienes Dios "envió a su Hijo", pero ellos lo tomaron, "le echaron fuera de la viña y le mataron":

"Finalmente les envió su hijo, diciendo: Tendrán respeto a mi hijo. Mas los labradores, cuando vieron al hijo, dijeron entre sí: Este es el heredero; venid, matémosle, y apoderémonos de su heredad. Y tomándole, le echaron fuera de la viña, y le mataron" (Mateo 21: 37-39).

Después de esto, Dios dio "su viña" "a otros labradores" que le iban a pagar "el fruto a su tiempo":

"Ahora cantaré por mi amado el cantar de mi amado a su viña. Tenía mi amado una viña en una ladera fértil. La había cercado y despedregado y plantado de vides escogidas; había edificado en medio de ella una torre, y hecho también en ella un lagar; y esperaba que diese uvas, y dio uvas silvestres. Ahora, pues, vecinos de Jerusalén y varones de Judá, juzgad ahora entre mí y mi viña. ¿Qué más se podía hacer a mi viña, que yo no haya hecho en ella? ¿Cómo, esperando yo que diese uvas, ha dado uvas silvestres? Os mostraré, pues, ahora lo que haré yo a mi viña: Le quitaré su vallado, y será consumida; aportillaré su cerca, y será hollada. Haré que quede desierta; no será podada ni cavada, y crecerán el cardo y los espinos; y aun a las nubes mandaré que no derramen lluvia sobre ella. Ciertamente la viña de Jehová de los ejércitos es la casa de Israel, y los hombres de Judá planta deliciosa suya. Esperaba juicio, y he aquí vileza; justicia, y he aquí clamor" (Isaías 5: 1-7).
"Le dijeron: A los malos destruirá sin misericordia, y arrendará su viña a otros labradores, que le paguen el fruto a su tiempo" (Mateo 21: 41).

Cuando se retiró por última vez del sagrado recinto del templo, Cristo dijo: "Vuestra casa os es dejada desierta" (Mateo 23: 38). El día anterior había dicho del templo: "mi casa" (cap. 21: 13), pero en adelante ya no lo consideraría más como su casa. Jesús mismo pronunció sentencia contra ellos: "Por tanto os digo, que el reino de Dios será quitado de vosotros, y será dado a gente que produzca los frutos de él" (Mateo 21: 43).

cf. 1 Ped. 2: 9-10:
"Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable; vosotros que en otro tiempo no erais pueblo, pero que ahora sois pueblo de Dios; que en otro tiempo no habíais alcanzado misericordia, pero ahora habéis alcanzado misericordia".

23.05. La profecía condicional - Era necesaria una obediencia continua para que permaneciera el favor divino,

mientras que la desobediencia persistente inevitablemente culminaría en el rechazo de la nación judía como instrumento escogido por Dios para llevar a cabo el plan divino (Deuteronomio 28: 15-68).

Debido al fracaso de los judíos como pueblo escogido de Dios, muchas de las profecías del AT, sobre todo:

(1) las que afirman la misión mundial de Israel y la conversión de los gentiles (ver Gén. 12: 3; Deuteronomio 4: 6-8; Isaías 2: 2-5; 42: 6; 49: 6; 52: 10; 56: 6-7; 60: 1-3; 61: 9; 62: 2; Zacarías 2:11; 8: 22-23; etc.),

(2) las que anticipan el descanso eterno en Canaán (Isaías 11: 6-9; 35; 65: 17-25; 66: 20-23; Jeremías 17: 25; Ezequiel 37; 40-48; Zacarías 2: 6-12; 14:4-11), y

(3) las que prometen liberación de los enemigos (Isaías 2: 10-21; 4-26; Ezequiel 38; 39; Joel 3; Sofonías 1; 2; Zacarías 9: 9-17; 10-14; etc.),

nunca se han cumplido ni podrán cumplirse para la nación judía.

Si Israel hubiera alcanzado el noble ideal, todas las promesas que dependían de la obediencia tiempo ha se habrían cumplido. Las predicciones de desgracias nacionales, del rechazo y la angustia que habrían de seguir a la apostasía, nunca se habrían realizado. Pero fue por causa de la apostasía por lo que las predicciones de gloria y honor nacional no pudieron cumplirse.

Sin embargo, en vista de que los propósitos de Dios son inmutables (Salmo 33: 11; Proverbios 19: 21; Isaías 46: 10; Hechos 5: 39; Hebreos 6: 17; etc.), el éxito deberá alcanzarse y se alcanzará, pero por medio del Israel espiritual.

Aunque el Israel literal no alcanzó, en general, su excelso destino, la raza escogida hizo una valiosa contribución, aunque imperfecta, a la preparación del mundo para el primer advenimiento del Mesías. Además, debe recordarse que, en la carne, el Mesías era judío, que los primeros cristianos fueron todos judíos y que el cristianismo surgió del judaísmo.

23.04. La profecía condicional - Las promesas de Dios están condicionadas por la cooperación y la obediencia del hombre

Las promesas y amenazas de Dios son igualmente condicionales. Vez tras vez Dios advirtió a Israel que la bendición va de la mano con la obediencia y que la maldición acompaña a la desobediencia:

"Por tanto, guárdate, y guarda tu alma con diligencia, para que no te olvides de las cosas que tus ojos han visto, ni se aparten de tu corazón todos los días de tu vida; antes bien, las enseñarás a tus hijos, y a los hijos de tus hijos" (Deuteronomio 4: 9 ).

"Mas si llegares a olvidarte de Jehová tu Dios y anduvieres en pos de dioses ajenos, y les sirvieres y a ellos te inclinares, yo lo afirmo hoy contra vosotros, que de cierto pereceréis" (Deuteronomio 8: 19 ).

"Acontecerá que si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, para guardar y poner por obra todos sus mandamientos que yo te prescribo hoy, también Jehová tu Dios te exaltará sobre todas las naciones de la tierra. Y vendrán sobre ti todas estas bendiciones, y te alcanzarán, si oyeres la voz de Jehová tu Dios. ... Te pondrá Jehová por cabeza, y no por cola; y estarás encima solamente, y no estarás debajo, si obedecieres los mandamientos de Jehová tu Dios, que yo te ordeno hoy, para que los guardes y cumplas, y si no te apartares de todas las palabras que yo te mando hoy, ni a diestra ni a siniestra, para ir tras dioses ajenos y servirles" (Deuteronomio 28: 1-2, 13-14).

"¿No podré yo hacer de vosotros como este alfarero, oh casa de Israel? dice Jehová. He aquí que como el barro en la mano del alfarero, así sois vosotros en mi mano, oh casa de Israel. En un instante hablaré contra pueblos y contra reinos, para arrancar, y derribar, y destruir. Pero si esos pueblos se convirtieren de su maldad contra la cual hablé, yo me arrepentiré del mal que había pensado hacerles, y en un instante hablaré de la gente y del reino, para edificar y para plantar. Pero si hiciere lo malo delante de mis ojos, no oyendo mi voz, me arrepentiré del bien que había determinado hacerle" (Jeremías 18: 6-10).

"Así ha dicho Jehová: Ponte en el atrio de la casa de Jehová, y habla a todas las ciudades de Judá, que vienen para adorar en la casa de Jehová, todas las palabras que yo te mandé hablarles; no retengas palabra. Quizá oigan, y se vuelvan cada uno de su mal camino, y me arrepentiré yo del mal que pienso hacerles por la maldad de sus obras. Les dirás, pues: Así ha dicho Jehová: Si no me oyereis para andar en mi ley, la cual puse ante vosotros, para atender a las palabras de mis siervos los profetas, que yo os envío desde temprano y sin cesar, a los cuales no habéis oído, yo pondré esta casa como Silo, y esta ciudad la pondré por maldición a todas las naciones de la tierra" (Jeremías 26: 2-6).

"Y los que están lejos vendrán y ayudarán a edificar el templo de Jehová, y conoceréis que Jehová de los ejércitos me ha enviado a vosotros. Y esto sucederá si oyereis obedientes la voz de Jehová vuestro Dios" (Zacarías 6: 15).

etc.