Cuando Moisés estaba por dejar sus deberes como dirigente, y el pueblo se preguntaba quién ocuparía su lugar, hizo la predicción inspirada:
"Profeta de en medio de ti, de tus hermanos, como yo, te levantará Jehová tu Dios; a él oiréis" (Deuteronomio 18:15).
Por el contexto resulta evidente que esta promesa tuvo aplicación inmediata en la dirección profética de Israel en los años que siguieron a la muerte de Moisés:
"Profeta les levantaré de en medio de sus hermanos, como tú; y pondré mis palabras en su boca, y él les hablará todo lo que yo le mandare" (Deut. 18:18; cf. Éxodo 20:19; Deut. 5: 25-27).
"Y Jehová dijo a Moisés: Toma a Josué hijo de Nun, varón en el cual hay espíritu, y pondrás tu mano sobre él; y lo pondrás delante del sacerdote Eleazar, y delante de toda la congregación; y le darás el cargo en presencia de ellos. Y pondrás de tu dignidad sobre él, para que toda la congregación de los hijos de Israel le obedezca. El se pondrá delante del sacerdote Eleazar, y le consultará por el juicio del Urim delante de Jehová; por el dicho de él saldrán, y por el dicho de él entrarán, él y todos los hijos de Israel con él, y toda la congregación. Y Moisés hizo como Jehová le había mandado, pues tomó a Josué y lo puso delante del sacerdote Eleazar, y de toda la congregación; y puso sobre él sus manos, y le dio el cargo, como Jehová había mandado por mano de Moisés" (Números 27:18-23).
"Y Josué hijo de Nun fue lleno del espíritu de sabiduría, porque Moisés había puesto sus manos sobre él; y los hijos de Israel le obedecieron, e hicieron como Jehová mandó a Moisés. Y nunca más se levantó profeta en Israel como Moisés, a quien haya conocido Jehová cara a cara" (Deut. 34:9, 10).
"Y he hablado a los profetas, y aumenté la profecía, y por medio de los profetas usé parábolas... Y por un profeta Jehová hizo subir a Israel de Egipto, y por un profeta fue guardado" Oseas 12: 10, 13).
Sin embargo la Inspiración declara que "nunca más se levantó profeta en Israel como Moisés" (Deut. 34: 10; cf. Núm. 12:6-8).
Sólo Cristo podía llenar plenamente las condiciones presentadas por Moisés en su predicción:
"Y le preguntaron: ¿Qué pues? ¿Eres tú Elías? Dijo: No soy. ¿Eres tú el profeta? Y respondió: No... Aquellos hombres entonces, viendo la señal que Jesús había hecho, dijeron: Este verdaderamente es el profeta que había de venir al mundo... Entonces algunos de la multitud, oyendo estas palabras, decían: Verdaderamente éste es el profeta" (Juan 1:21; 6:14; 7:40).