El libro está dividido en dos partes:
(1) Cap. 1: 1 a 2: 17, la descripción de una invasión terrible de "langostas" acompañada de una sequía.
(2) Cap. 2: 18 a 3: 21, la promesa de que Dios nuevamente sería misericordioso.
Se han dado dos interpretaciones para la descripción de la plaga de "langostas":
(1) La literal, que considera que verdaderas nubes de langostas fueron la causa de las súplicas del profeta.
(2) La alegórica, que opina que las "langostas" son una representación metafórica de la invasión de ejércitos hostiles.
En general, la interpretación literal parece ser más probable.
Cualquier interpretación que se acepte no altera en nada las enseñanzas del libro. El desastre nacional, ya sea real o figurado, da lugar a una exhortación al arrepentimiento (cap. 1: 13-14; 2: 1, 12-17), y para una disertación acerca del "día de Jehová" (cap. 1: 15; 2: 1-2, 11, 31; 3: 14).
La visión de la gloria futura contempla el establecimiento de los judíos en su propia tierra, cuya productividad ha sido restablecida, y que goza del favor del cielo tanto temporal como espiritualmente. Presenta, además, la oposición que se despertaría y el esfuerzo de las naciones enemigas para aplastar a la nación próspera, y finalmente el castigo de Dios sobre esos enemigos y la prosperidad subsiguiente y estable de la nación judía.