No se sabe más de Habacuc de lo que se registra en su libro. No se sabe si, como en el caso de Amós, Habacuc fue llamado por Dios de alguna otra ocupación, o si fue especialmente preparado para su vocación en la escuela de los profetas.
Entre los famosos rollos hallados en Kirbet Qumrán hay un rollo que trata de Habacuc. Al examinarlo, se vio que era un antiguo midrash, o comentario, compuesto de pasajes cortos citados de Habacuc y seguidos por la interpretación que el escritor da a los pasajes. La escritura está bien conservada, pero desgraciadamente hay muchas lagunas o vacíos. El comentario consta de 13 columnas de escritura, y abarca sólo los dos primeros capítulos de Habacuc. Este manuscrito ha recibido la fecha de c. 100 a. C. Resulta contemporáneo de los dos rollos de Isaías.
La importancia primordial del Comentario sobre Habacuc para la erudición bíblica, no consiste en los comentarios en sí, por interesantes que sean, sino en el mismo texto bíblico. Este texto, copiado por algún antiguo escriba sectario (probablemente esenio), es casi un milenio más antiguo que los manuscritos más antiguos del texto masorético. Por lo tanto, su valor es inestimable para un estudio textual del libro de Habacuc.